El presidente José López Portillo ) empleó en su campaña la frase de “La solución somos todos” pero ya entrado su sexenio ante la gran corrupción que arrastró su gobierno la gente cambió la frase por “La corrupción somos todos”.

Hoy que analizamos el discurso presidencial que aseguró que “la corrupción está en todos los ámbitos de la sociedad, en todos los ámbitos, no hay nadie que pueda atreverse a arrojar la primera piedra” el presidente pone en duda el que haya mexicanos honorables que no hacen negocios sucios con el gobierno ni pagan una mordida, ni se ensucian las manos con cajas de cartón con billetes acomodados con ligas, ni tienen relaciones cuestionables con los políticos que los pasean en lujosos yates y los transportan en aviones privados.

Por supuesto que hay muchos mexicanos honestos y honorables que pueden tirar la primera piedra sin problema, la visión presidencial pierde el foco al moverse en un entorno gubernamental y empresarial corrupto que piensa que todos son como ellos.

Desgraciadamente México sigue a la cabeza de los países más corruptos de los países desarrollados en la OCDE. Un estudio del Foro Económico Mundial en el que pregunta a 150 mil ejecutivos de empresas trasnacionales que tan común es el pago de sobornos en 141 economías del mundo y México sale en el primer sitio de los países desarrollados y en los primeros del resto del mundo.

México está en primer sitio seguido por Eslovaquia, Italia, Hungría, Grecia, República Checa y España.

De las naciones de América Latina nos superan Venezuela, Brasil, Bolivia, y Paraguay, pero eso no es justificación.

Se menciona a la corrupción como el problema más grave para los inversionistas, seguido por el crimen organizado y la burocracia que complica hacer negocios.  En la lista de debilidades está la educación básica que frena la competitividad. Hoy que grandes inversiones automotrices llegan a México hace falta mano de obra capacitada. Kia la planta recién inaugurada en Pesquería, Nuevo León ha traído a muchos trabajadores coreanos y no precisamente a puestos directivos.

El reporte del Foro Económico Mundial cita prácticas corruptas como sobornos en los centros de verificación, manos privadas en el transporte público, malversación de fondo públicos en obras como la línea 12 del metro.

La corrupción nos ubica en los primeros lugares mundiales, hagamos lo que nos corresponde para combatirla.