
Hoy miércoles 16 del onceavo mes del año 16 el día nublado, con lluvia y las bajas temperaturas en México parecen reflejar el panorama ante el triunfo hace una semana de Donald Trump y sus promesas de campaña.
La reafirmación de su política migratoria en una entrevista el domingo en la que dijo que deportará entre dos y tres millones de “bad hombres” como dijo en el tercer debate, enfrenta fuerte rechazo y no en México donde las autoridades no atinan a unirse en una sola línea que adelante lo que podría venir y parece que reaccionan a lo que dice Trump y su equipo. Alcaldes de ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Chicago entre otras con una importante población indocumentada se han declarado “Santuarios” contra esta caza de migrantes. Hace unos momentos Bill Blasio, el alcalde de la Ciudad de Nueva York se entrevistó con Trump en su famoso edificio en el corazón de Manhattan y dijo al salir que le manifestó su preocupación por la caza de indocumentados y le recordó que Nueva York es una ciudad fundada a base de inmigrantes y le afirmó que seguirá siendo una ciudad santuario para ellos y rechazó ordenar a la policía hacer redadas de indocumentados.
Rahm Emanuel, el alcalde de Chicago y Eric Garcetti, el alcalde Los Angeles, se han sumado a este rechazo a cazar indocumentados, incluso ante el riesgo de una sanción económica a sus ciudades. Las promesas de campaña de Donald Trump se enfrentan a la realidad, una cosa es prometer y otra es cumplir. Esto no quiere decir que no las pueda cumplir, sino el camino no será tan fácil como llegar al salón oval y comenzar a girar órdenes ejecutivas. El cumplir la deportación de 11.3 millones de indocumentados enfrenta temas legales y logísticos que la frenará.
Ante todo, esto los medios atentos de los nombramientos de los principales hombres y mujeres que se espera integran el círculo cercano de Trump. Muchas críticas por involucrar a sus hijos e hijas con sus yernos en las decisiones. Jared Kushner, casado con Ivanka Trump es un misterioso promotor inmobiliario que se ha convertido en uno de los principales asesores de su suegro, se encuentra bajo la lupa. Su cercanía con el nuevo presidente le va a permitir estar al tanto de información confidencial que bien podría aprovechar para empujar los negocios inmobiliarios del magnate. Jugará con ambas cachuchas, asesor de primer nivel y responsable de negocios de Trump. Se cuestiona el conflicto de interés.
Mientras la prensa que no tiene una buena relación con Donald Trump, especialmente el New York Times, espera los primeros nombramientos, Trump salió por la puerta trasera de su Trump Tower y se fue anoche a cenar con sus cercanos a un conocido restaurante. La prensa protestó, pero sin duda será la marca de al menos los 4 años en la Casa Blanca.
Crédito de imagen: AP
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