La aprobación del llamado Sistema Nacional Anticorrupción que debía de promulgarse hoy, fue retrasada por la Secretaría de la Función Pública que dirige Virgilio Andrade. Anoche un grupo de empresarios fue recibido en los Pinos en donde externaron su inconformidad no con todo el esquema anticorrupción que incluye más poder a la función pública, una fiscalía anticorrupción, varias leyes que criminalizan hasta por 14 años a los corruptos, sino con la llamada ley 3 de 3.
Esta ley exige a funcionarios del gobierno de cualquier nivel, gobernadores, candidatos, a presentar su declaración patrimonial para transparentar cuánto tienen; su declaración de intereses, que diga en dónde han trabajado, quiénes son sus amigos, sus prestamistas, sus socios y la declaración ante hacienda.
Lo senadores no sólo aprobaron la Ley 3 de 3 con sus asegunes, ellos se reservan datos y no se hará pública, pero eso si la ampliaron para todas aquellas personas físicas y morales que venda un servicio o un bien al gobierno son obligados a realizar sus declaraciones fiscal, de intereses y patrimonial, ampliado a todos los trabajadores que tengan. Esto sin duda crea una burocracia enorme inmanejable.
Eduardo Sánchez, el vocero presidencial dijo que el Presidente se tomará su tiempo para analizar la ley y en su caso ejercer su facultad de veto a la ley 3 de 3.
En su decisión los senadores dijeron que en la corrupción hay dos partes, una que da y una que recibe. Lo que no dijeron es que para hacer negocios importantes con el gobierno, la mayoría de las veces se exige una cuota que va del 5 por ciento y de ahí para arriba, los empresarios saben esto y en su oferta lo agregan al precio del bien o servicio.
La aprobación de la ley 3 de 3 ocasionó algo inédito, los empresarios de la Coparmex, se manifestaran de traje y corbata en las escalinatas del Ángel de la Independencia y parece que a diferencia de los maestros, su protesta si encontró oídos en Los Pinos y no fue disuelta a balazos.
La corrupción, junto con la inseguridad son los dos temas que más quejas reciben por parte de la población. El sentir es que desde el policía que exige una mordida por no levantar una infracción, hasta el más alto político que recibe favores a cambio de contratos, estamos inmersos en esta cultura degradante de pedir a cambio de favores.
En Resumidas Cuentas, la declaración 3 de 3 debe iniciar sin esconder datos y con una claridad total, en los servidores públicos y pasar a los que hacen negocios con ellos, pero no a sus empleados que no tienen por qué verse obligados a presentarla, es una aberración que se aprobó sólo para dejarla en el cajón y no llevarla a la práctica.
Veremos en los 20 días que tiene la Presidencia cual es el resultado de su análisis.
Formato21
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