Aunque usted no lo crea, la inflación en la primera quincena de junio apenas subió 0.02 por ciento. Se atribuye esta caída en los precios de productos agropecuarios, lo que contrstó con los aumentos en gasolina y tarifas autorizadas.  La inflación medida a tasa anual se ubicó en 2.55 por ciento, por debajo del 2.66 por ciento registrado en la segunda quincena del mes de mayo.

Si usted ha detectado que el precio de su jugo de naranja, el aguacate y los boletos de avión han subido, pues está en lo cierto, el INEGI enlista un aumento del 23 por ciento en el precio del aguacate, 15 por ciento en la naranja, 14 por ciento en el chayote. Los precios de los boletos de avión subieron 8 por ciento, el gas doméstico 3 por ciento, los productos para el cabello, restaurantes y similares, y los servicios turísticos en paquete, también aumentaron.

Los productos que bajaron el limón con 37 por ciento, el tomate verde 17 por ciento, la uva 12 por ciento menos. Otros productos que bajaron plátanos, jitomate, cebolla, la carne de res, el pollo y el huevo.

El tipo de cambio peso-dólar le ha pegado al consumo. En lo que va del año el peso ha perdido un 10 por ciento de su valor. Los productos más afectados son los electrodomésticos importados como las computadoras, teléfonos celulares, los videojuegos. También aquellas personas físicas y morales con deuda en dólares tienen que pagar hoy un tipo de cambio de 18.28 pesos al mayoreo.

La inflación aunque se mantiene por debajo de 3 por ciento, según la medición del INEGI, se siente por encima de esa cifra al ir al supermercado. Es muy fácil comparar lo que se compraba hace seis meses con una cantidad “x” no alcanza hoy para comprar el mismo carrito, hay que sacar la cartera.

A pesar de las cifras, vivir en la Ciudad de México o en Monterrey no es tan caro como otras ciudades del mundo. Una lista de la consultora Mercer ubica a estas dos ciudades con el menor índice de costo de vida, debido a la depreciación del peso.  Nueva York, Zúrich y Tokio son las más caras del mundo.

Al mismo tiempo la industria automotriz que es una de las que resiente un dólar caro, sigue vendiendo autos como nunca. Y no sólo los más accesibles se venden bien, los autos de lujo tienen un buen mercado en nuestro país. El mercado mexicano es muy importante para marcas como BMW con una planta en San Luis Potosí, o la Mercedes en Aguascalientes, la Audi en Puebla.  México es el mercado más importante para Aston Martin en América Latina.  Y para quién dice que no hay dinero, el modelo DB11, tiene un precio estimado de unos 6 millones de pesos y los clientes tienen que esperar semanas para adquirir un auto que sólo han visto en fotografías, ese es el pent-house de la realidad, donde el dinero no es problema.

Formato21.