En la década de los 80, vivir en Ciudad satélite era una bendición, este emblemático lugar de Naucalpan, era símbolo de prosperidad y aspiracional. 20 años después esta convertido junto con todo el municipio en una zona caliente debido a la crisis de inseguridad que ha terminado con la tranquilidad de sus habitantes.
De acuerdo con la asociación Semáforo Delictivo, en los primeros ocho meses de este año, se han cometido en Naucalpan 4 mil 155 ilícitos, entre homicidios, secuestros, extorsión, robo de vehículos, a casa habitación, a negocios, lesiones y violaciones.
El alto número de casos de cobro de derecho de piso, ya comenzó a afectar a los comercios y negocios con la consecuente pérdida de recursos económicos y empleos…
Un restaurante de gran tradición, ubicado en la Zona Azul de Ciudad Satélite, tuvo que cerrar sus puertas después de que su propietario fue amenazado por un grupo que le exigía un pago mensual; esta situación dejó en el desamparo a más de 70 personas que dependían de ese negocio.
Los asaltos a cafeterías como Starbucks o vips son una muestra más. No pasa un día sin que los habitantes de este municipio sean víctimas de la delincuencia.
Ni hablar del transporte público, donde a pesar de los operativos, la gente asegura que debe esconder sus pertenencias y la mayoría de los choferes indica que prefieren no hacer ninguna parada en la calzada San Agustín o Gustavo Báez por el alto grado delictivo que representan
Quien recorrió este lugar hace dos décadas, que veía las torres de colores, el toreo de 4 caminos, jamás imagino que la siguiente estampa serian ciudadanos armados con palos, machetes y piedras listos a hacer justicia por su propia mano.
Los ciudadanos de diversos puntos, han salido a la calle en varias ocasiones a exigir a sus autoridades que detengan la ola de feminicidios, secuestros, extorsiones que se han vuelto el pan de todos los días, ¨queremos vivir en paz¨ gritan mujeres de todas las edades.
¿Y las autoridades? No han estado a la altura del reclamo.
En el municipio habitan 792 mil personas que son vigiladas por mil 200 policías, es decir un policía en teoría tiene que cuidar a 660 habitantes, pero…esa no es la prioridad de los uniformados, ellos están ocupados en juntar cuotas impuestas por sus jefes. Son delincuentes con placa.
Échele la presencia del crimen organizado que han comenzado a reclutar a jóvenes sicarios, que, como prueba, deben matar a gente inocente. Los Ministerios públicos son incapaces de hacer su trabajo correctamente, llega a donde se cometió un delito hasta 4 horas después.
Los regidores solo saben estar de viaje, promoviendo una realidad que está escrita en el discurso, pero lejos del día a día.
Y El alcalde es un fracaso igual que su antecesor, solo piensan en saquear las arcas y promover sus carreras políticas, echándole la culpa de la inseguridad a las redes sociales. Edgar Olvera se atreve incluso a promocionarse en espectaculares, presumiendo logros que no existen.
Naucalpan está en el peor de los mundos, gobernada por una bola de rateros, con aires de grandeza, con una policía rebasada, y por instituciones que a través de los años se han carcomido como una tubería podrida.
Crédito de imagen: Internet
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