1. Meditar un poco y agradecer
La meditación o incluso el sencillo ejercicio de inhalar y exhalar profundamente te ayudarán a empezar tu día con una sensación de tranquilidad. En vez de estirar la mano y agarrar el teléfono para leer tu correo electrónico, invierte un par de minutos para estar en silencio luego de levantarte.
Comienza tu día agradeciendo por lo que tienes. Hacer eso te ayudará a aprender algo muy importante: reconocer y sentirte bien por las pequeñas batallas ganadas durante las 24 horas siguientes. Te hará más resistente a los problemas que se presentan cada día.
2. Beber un vaso de agua
Tu cuerpo necesita agua después de algunas horas de inactividad parcial, por eso es muy importante que la primera cosa que hagas sea beber un poco de agua. En el libro «The Body Ecology Diet», la nutricionista Donna Gates propone beber la mitad de la cantidad recomendada de agua al día durante la mañana. Eso limpia el organismo de toxinas, reduce la sensación de hambre y el riesgo de aparición de dolores de cabeza durante el día.
3. Escuchar música.
Empezar tu día escuchando la música que te gusta mejorará tu estado de ánimo, y te llenará de energía para el resto del día. Tal como lo muestran las investigaciones, la música tiene la capacidad de mejorar la motivación y la productividad así que ¡no dudes en empezar tu día con música!
Si te levantas antes de las 5:45 de la mañana en 92.1 Red FM escucharás la música que te gusta.
4. Ordenar un poco luego del día anterior
La vida de muchos de nosotros transcurre rápidamente y casi nunca alcanzamos a hacer todo lo que nos proponemos o queremos en la mañana, a veces dejamos ropa por toda la casa, dejamos los platos en el lavabo y no tiramos la basura, todo eso se acumula día tras día y al fin acaba por estrellarse contra un muro de pereza y negación.
Ahora imagina lo agradable que sería llegar a casa y encontrar todo limpio y ordenado. Eso te da la oportunidad de llegar y simplemente relajarte, disfrutar de tu casa.
5. Hacer primero lo más difícil
En realidad parecería que es más fácil hacer primero muchas cosas pequeñas y fáciles para después ocuparte de lo más complicado, pero si haces lo contrario verás como todo lo demás será menos estresante, y lo «peor» habrá pasado. Es un método muy efectivo para luchar contra la procastinación.
Crédito de imágenes: Internet
Fuente: Genial.guru
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