Es casi seguro que todos tenemos que tratar con personas complicadas en nuestras vidas, de esas que son agresivas. La agresión surge, generalmente, cuando una persona siente la necesidad de proteger sus intereses o luchar para ganar algo, normalmente a expensas de los demás. Así que es algo que todos enfrentamos.
Estos tips te ayudarán a hacer tu convivencia con las personas agresivas menos traumáticas. Para empezar, puedes reconocer a una persona agresiva cuando:
- Te interrumpe o habla muy fuerte y no te deja hablar.
- No acepta tu punto de vista y se sobrepone.
- A menudo sientes que está invadiendo tu espacio personal.
- La interacción con esa persona, por lo general, te provoca tensión.
- Te sientes agotado emocionalmente y sin energía después de interactuar con ella.
Desafortunadamente, no podemos evitar ese tipo de personas. Así que necesitamos encontrar un equilibrio sólido entre la asertividad y empatía para tratar con ellos. Aplica estos 5 tips para dominar el arte de tratar con la agresividad.
1.- Guarda la calma.- Combatir fuego con fuego solo empeorará las cosas y fomentará la agresividad de la otra persona. Estos son algunos consejos para guardar la calma si sientes que estás temblando de ira:
- Respira profundo.
- Ve por un vaso de agua o toma tu celular. Hacer algo más reduce la tensión que se está creando en el momento.
- Piensa que te arrepentirás por todas las cosas dichas con ira.
2.- Señala el enojo de tu interlocutor con frases empáticas.- Llama las cosas por su nombre. No sigas la conversación como si no te molestara nada. Debes hacerle ver a tu interlocutor que está siendo agresivo con una afirmación de empatía en lugar de agitarlo aún más. Evita palabras acusativas que se refieran directamente a la persona.
- «No hay necesidad de estresarse, lo resolveremos/encontraremos la manera de solucionarlo».
- «¿Podrías bajar la voz, por favor?»
- «Disculpa, ¿puedo decir algo que creo que es importante/puede ayudar?»
- «Entiendo que esto puede ser estresante/frustrante».
Si lo haces a tiempo, esto te ayudará a hacer que la persona agresiva cobre más conciencia de lo que está haciendo. Como resultado, puede ayudar a que escuche con mayor atención lo que estás diciendo.
3.- Empatiza- Ponte en sus zapatos e intenta entender por qué se está comportando de esa forma tan agresiva. La agresión es una reacción natural para proteger o aclamar algo. Intenta considerar estos factores:
- ¿Qué es lo que puede perder tu interlocutor? (tiempo, dinero, amigos y familia, estatus social, reputación, etc.)
- ¿Cómo te sentirías tú si estuvieras en su situación?
- ¿Habrá algo más en la vida de esta persona que la vuelve tan susceptible y explosiva?
4.- Sé asertivo- Puede sonar contradictorio que debes ser tanto empático como asertivo, pero una cosa no excluye la otra. Entender la postura de la otra persona no significa que debes permitir que sea agresiva contigo.
- Controla tu voz y mantente calmado. Esto mostrará tu confianza y no insitará a tu interlocutor a hablar más fuerte que tú.
- Defiende tu posición y no permitas que la otra persona monopolice la discusión. Expresa tu opinión.
- Sé respetuoso y pide el mismo respeto a cambio.
- Si el nivel de agresión empieza a subir, responde con más fuerza y asertividad para mostrar que tu tolerancia está disminuyendo.
5.- Enfócate- Si te dejas llevar por tus emociones, pierdes de vista el tema en cuestión e incluso olvidas cómo empezó la discusión. Enfocando la conversación en las cosas y datos importantes, le ayudas a la otra persona a que razone. Por ejemplo:
- «Lo único que importa es que…» / «Que te parece si no centramos en…»
- «Dentro de algunos años recordarás esta situación y te hará reír».
- Intenta hacer reír a tu interlocutor, esto lo desarmará por completo.
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