La realidad supera las bondades de la Reforma Energética.
La disminución de tarifas que se anunció llegaría con el cambio de combustóleo por gas sólo quedó en las hojas de cálculo. El tema de la responsabilidad social con el cambio de combustibles más limpios para reducir la contaminación, fue muy bueno para presumir en los Foros de la ONU pero no se ha cumplido.
Las tarifas eléctricas suman ya dos meses consecutivos de incrementos ante los mayores costos operativos. Las tarifas industriales han subido entre en 5 y un 7 por ciento en un año. Las tarifas de uso doméstico de alto consumo conocidas como DAC suman ya 8.9 por ciento de aumento en un año, 9 por ciento en las que se aplican al comercio. Aunque la Comisión Federal de Electricidad asegura que no afectará a usuarios domésticos de bajo consumo que son más del 80 por ciento de los usuarios, no lo exime de un recibo inflado porque o usted plancha mucho o usa secadoras de pelo a discreción. No por nada la CFE encabeza la lista de quejas ante la Profeco, pero siempre tienen la razón y no que queda más que pagar o le cortan la luz.
Las reformas estructurales prometían recuperar el poder adquisitivo con tarifas bajas de electricidad, gasolina sin aumentos mensuales, con una banda de fluctuación de tres por ciento a la alza y tres por ciento a la baja máximo pero hasta ahora no hemos experimentado una disminución de precios en el sentido estricto del significado de la palabra.
Enrique Ochoa Reza, ex director de la CFE hoy presidente del PRI, no pudo evitar justificar los aumentos dijo que los combustibles han aumentado mucho de precio. Explicó que el gas natural es “cíclico estacional” lo que quiere decir que en verano es más caro. Las explicaciones sobran ante el ramalazo que significa recibir el recibo de la luz o ver que muchos productos suben de precio. El Inegi si no cambia sus métodos de medición de la canasta básica mostrará alguna fluctuación o tal vez no en esta primera quincena de agosto.
Apenas ayer estrenamos los mexicanos un aumento a las gasolinas, 56 centavos más para la Magna y 80 centavos para la Premium y recibimos un segundo aumento hilado a la tarifas de electricidad. Sergio Sarmiento reveló un dato interesante de las gasolinas. Pemex opera una gasolinera en la ciudad de Houston, en la calle Bissonnet, por si anda por ahí. El costo del litro de gasolina que vende Pemex es el equivalente a 9.56 pesos, aquí en 13. 96 pesos. Está claro que el impuesto que se aplica es de 45 por ciento en la Premium, 38 por ciento para la Magna.
En Resumidas Cuentas las bondades de la Reforma Energética no se ven y el panorama es negro. La luz y las gasolinas no han tocado fondo, seguirán aumentando. Lo que nos queda, apagar la luz y pagarla cuando llegue el recibo, momento de horror para muchos.
Formato21.mx
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