El título de esta entrega es una de las frases que utilizó el flamante líder nacional del tricolor Enrique Ochoa Reza. Aunque muchos han subrayado su gran preparación académica y su relativa juventud (tiene 43 años) lo cierto es que ni lo uno ni lo otro hacen ninguna diferencia con los priístas de siempre, es probable que sólo sea uno más, un rostro distinto pero con igual hechura.
Los priistas son desde siempre facturados con un solo troquel.
Para empezar toda su vida ha sido priísta y pertenece a la misma escuela, fue designado por el dedazo del presidente y con ello se avala la costumbre ancestral de los tricolores. Hay cuestionamientos serios respecto a su nivel económico, contra eso sólo una declaración de bienes completa y transparente podría eliminar cualquier sombra de duda.
Por otro lado, no resulta sencillo imaginar al joven líder tricolor denunciando para que por lo menos sean formalmente investigados a los gobernadores presuntamente corruptos emanados de su partido, si quisiera hacerlo podría ser ahora mismo.
Si pretende combatir la corrupción, el escenario está puesto para que demuestre congruencia entre el discurso y los hechos…pero habló en futuro, dijo que su partido no tolerará gobernadores corruptos ¿eso significa que será de ahora en adelante, si es que ocurre?
La verdad, si observamos la ceremonia de toma de protesta, los aplausos, la forma en que fue electo, y su discurso, no hay diferencia alguna con líderes del pasado; si acaso, como ya lo dije, lo único que cambia son el rostro y el nombre.
En la parte donde afirma: “cuáles fueron los errores, las prácticas negativas, y las omisiones que propiciaron las derrotas electorales del pasado 5 de junio no cerremos los ojos estamos a tiempo de rectificar”; en varias cosas tiene razón: hubo errores, pagaron el ejercicio de las prácticas negativas de sus militantes en puestos de elección popular, y también hubo omisiones. Tiene razón también cuando dice que no deben cerrar los ojos…que no los cierre él mismo.
Donde está equivocado Ochoa Reza, es cuando dice que aún están a tiempo de rectificar. Yo diría que ya se les hizo tarde y que, a menos que hagan una clara cirugía mayor, nada va a cambiar, pero lo peor no es eso, lo verdaderamente malo es que todo seguirá igual. Veremos qué tan buen cirujano es el licenciado en Economía por el ITAM, licenciado en Derecho por la UNAM con una Maestría en Ciencia Política, otra en Filosofía Política y un Doctorado en Ciencia Política por la Universidad de Columbia, Nueva York.
El tiempo y su desempeño nos permitirán juzgar su liderazgo en el que pese a sus derrotas recientes, sigue siendo el partido más importante y numeroso del país.
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